Cajal. por Kraustex

Conocí a José Manuel Cajal cuando él era un jovencito estudiante de bachillerato artístico, o tal vez antes… no sé.

El caso es que aquel muchacho me sorprendió, y muy gratamente, se trataba de una persona joven que nadaba a contracorriente, y destacaba no solo como dibujante, sino también como ser humano, no tardé en considerarle un amigo.

Tampoco tardé en darme cuenta de que estaba ante un ser especial, alguien como se suele decir “tocado por la mano de dios” alguien con “duende”, y no estoy hablando de su carácter como persona, que como he dicho, es un gran ser humano, no, me refiero al Artista, Cajal, es uno de los mejores artistas que he visto en mí vida, y he visto muchos artistas.

Claro está, que al principio vi a Cajal como una promesa, y eso es lo que era, un diamante en bruto, pero ese “diamante en Bruto” iba puliéndose trazo a trazo, pincelada a pincelada, y es que José Manuel Cajal, es uno de esos artistas que no cesan de superarse a si mismos , con él uno esta seguro de que el siguiente cuadro será mejor, aunque parezca imposible, y es que sus progresos se deben a que se trata de un artista nato, de esos que quedan pocos.

José Manuel es además un luchador valiente, que supo en su día luchar contra el orden establecido, es un revolucionario que se ha enfrentado al academicismo reinante en la universidad.

Porque la pintura academicista no es otra que la que se enseña en la academia, muy al contrario de lo que muchos pueden pensar.

Los esfuerzos realizados por Cajal, por estudiar a fondo la anatomía humana y animal, o por estudiar la pintura del pasado para comprender así mejor el futuro, no eran bien vistos por los academicistas actuales, los cuales piensan que de poco sirve la anatomía o la atmósfera, que para qué perder el tiempo con esas cosas…

El caso es que a Cajal, no le ha parecido una pérdida de tiempo el esfuerzo titánico de los grandes maestros por conocer la anatomía y todo lo que nos rodea, y trabaja desde la humildad del que cree que aun le falta mucho por aprender, esa humildad que le ha hecho progresar, ya no para ser una promesa, sino una realidad dentro de la pintura realista actual.

Kraustex.